Desde hace varios años en diferentes países se le ha sugerido a colegios y universidades que deben empezar a pensar cómo transmitir conocimientos y generar competencias en emprendimiento para tratar de inculcar una mentalidad empresarial en los pequeños líderes del futuro.
Para esto, se han creado diferentes esfuerzos de cátedras de emprendimiento, talleres y cursos enfocados a jóvenes de Colegio y Universidades, para tratar de infundir temas de mentalidad y cultura emprendedora, conocer casos de negocios e incluso llevarlos a que traten de entender qué es un modelo de negocio y a aplicarlo en algún proyecto práctico.
Al parecer, el enfoque que se ha tenido hasta ahora ha sido tener el emprendimiento como un fin, significando esto el buscar crear jóvenes que entiendan algo de negocios y motivarlos a crear un producto o servicio que pueden llegar a vender para crear un ingreso.
Sin embargo, desde nuestra perspectiva, vemos el emprendimiento como un medio que ayuda a generar competencias para la vida, las cuales pueden servir no solo para llegar a generar una compañía sino también para ser un excelente empleado con mentalidad emprendedora.
Esto puede sonar confuso, ya que normalmente cuando se habla de emprendimiento efectivamente se habla de crear un negocio, sin embargo, detrás de un emprendedor, hay mucho más que un negocio; hay una persona, y este individuo, si desarrolla ciertas competencias y habilidades podrá ser más competente para afrontar la vida empresarial, sea como empresario o como empleado.
En este sentido, el emprendimiento se puede convertir en un medio para generar competencias como:
- Identificar problemas o necesidades reales.
- Plantear soluciones de valor a un problema o necesidad.
- Validar hipótesis sobre lo que creemos.
- Tener empatía con la situación de otros enfrentan.
- Aprender a investigar e indagar información utilizando diferentes medios.
- Comunicarse adecuadamente de forma verbal y escrita.
- Justificar y presentar adecuadamente una solución a un problema ante alguien.
- Aprender a trabajar en equipo.
- Conocer sus fortalezas y limitaciones e identificar cómo complementarlas.
- Identificar y manejar herramientas que permitan potenciar su trabajo.
- Aprender a generar una solución progresiva a partir de prototipos y experimentos.
- Desarrollar la curiosidad sobre cómo funciona y qué pasa en el mundo que lo rodea.
Si logramos enfocarnos en desarrollar este tipo de competencias en los jóvenes, podremos tener una nueva generación con una gama de herramientas y capacidades que los harán más aptos a la hora de emprender, y sobre todo, para llegar a generar soluciones de valor a problemas reales.
Por tanto, es hora de empezar a aplicar métodos innovadores para la generación de competencias emprendedoras en nuestros jóvenes, y alejarnos un poco de los hábitos tradicionales de enseñanza catedrática del emprendimiento, buscando que éste se vuelva un medio aplicado para el crecimiento personal para la vida, y no tan solo un fin que transmita algo de conocimiento sobre negocios.
Por: Julián Martínez, Mentor Suricata Digital
Ahora bien, qué otro tipo de competencias consideras clave a la hora de desarrollar pequeños emprendedores? déjanos un comentario con tu reflexión.